A Montevideo llegamos después de casi 3 horas de viaje desde Colonia del Sacramento, eso tarda el bus. Nosotros usamos la empresa Turil y cada pasaje costó unos 550 UYU o 14 USD. En concreto llegamos a la estación de buses de Tres Cruces. Desde allí tomamos Uber hasta el alojamiento que había conseguido por Airbnb (ustedes pueden usar Booking o Trivago desde los banners de la página principal).
Acá pasó algo curioso, el alojamiento quedaba cerca al centro de la ciudad, yo no conocía nada sobre Montevideo y solo busqué algo barato y central. Al acercarnos en el Uber notamos que el barrio estaba particularmente solo y se veía algo abandonado, el señor del Uber se equivocó, nos pasamos de la casa y pasó por una calle en donde, al parecer, hay un albergue para gente sin techo. En la calle habían unas 10 personas que parecian indigentes y mi madre quedó algo asustada de pensar que el barrio fuera peligroso. Tal vez lo comparó con el centro de Bogotá que es literamente invivible.
El Centro
El barrio donde nos alojamos creo que se llama Cordón y sí, en las noches queda desolado, hay muchos sitios de mecánica automotriz. La casa era muy simpática, antigua pero con estilo. Esa misma tarde salimos a caminar por el barrio y por el centro, de nuevo nos encontramos con casi todos los restaurantes cerrados y terminamos comiendo en McDonalds. Acá reconfirmé que Uruguay es muy caro, por lo menos respecto a Colombia. Y es que un combo Big Mac cuesta 550 UYU o sea unos 53000 COP, en Colombia el mismo combo cuesta 28000 COP (al 30 de julio de 2025).
Nosotros llegamos justo en época electoral y justamente ese viernes había una especie de evento sobre la Avenida 18 de Julio, la principal del centro, había música en vivo y vendedores ambulantes, así que pasamos la noche oyendo música en vivo y tomando cerveza, para luego irnos a descansar. Vale la pena aclarar que caminamos por el barrio de noche y todo bien, seguro. Punto para Montevideo
A primera vista me di cuenta de algo que corroboraría más adelante, las fachadas de los edificios, el silencio y hasta los buses me evocaron a una época pasada, es como que Montevideo estuviese detenida en el tiempo, no sé porqué pensé en una ciudad de mitad de siglo, se nota una especie de nostalgia en el ambiente, y la verdad me encantó.
La Avenida 18 de Julio
Al día siguiente nos levantamos con calma, sin afanes, y decidimos salir a caminar por la Avenida 18 de Julio. Es la arteria principal del centro de Montevideo, algo así como la Séptima en Bogotá, pero más ancha, más limpia y con edificios bastante interesantes a los lados. En general, Montevideo tiene ese aire de ciudad que fue muy importante hace décadas y que todavía conserva una dignidad arquitectónica. No es una ciudad moderna, pero tiene historia en cada esquina.
Una de las primeras paradas fue el Bar Facal. Yo no tenía ni idea, pero es uno de los cafés más tradicionales de la ciudad. Afuera hay una estatua de Gardel que está justo al lado de la famosa fuente de los candados. Hicimos lo típico: la foto con Gardel, las selfies en la fuente. No dejamos ningún candado, pero sí vimos varios con nombres y fechas, algunas parejas recientes, otras ya medio oxidadas.
Seguimos caminando por la avenida y desde afuera vimos el Palacio Salvo. Ese edificio es como el ícono de Montevideo, una especie de mezcla entre gótico y art decó, rarísimo pero imponente. Desde ciertos ángulos parece sacado de una película de Batman. No entramos porque íbamos algo justos de tiempo, pero averiguamos que el tour cuesta unos 300 UYU por persona (unos 7-8 USD) y hay visitas guiadas todos los días. Me hubiera gustado subir, la vista debe ser una locura, pero quedará para otra ocasión.
Después caminamos hacia Plaza Independencia, que es probablemente la más importante de la ciudad. Ahí está la tumba de Artigas, el héroe nacional. Se llama el Mausoleo de Artigas y queda justo debajo de la estatua enorme que está en medio de la plaza. Bajamos por unas escaleras y nos encontramos con un espacio muy sobrio, todo en granito oscuro, con dos soldados vestidos de gala haciendo guardia al lado de la urna donde están los restos de Artigas. Me sorprendió el silencio. A pesar de estar en medio de la ciudad, allá abajo se siente un respeto casi sagrado. Es gratis entrar y vale totalmente la pena, sobre todo para entender un poco más de la historia del país.
Desde allí cruzamos hacia la Ciudad Vieja, que comienza justo al otro lado de la plaza, por la famosa Puerta de la Ciudadela. Caminamos por la calle Sarandí, que es peatonal y está llena de tiendas, galerías de arte, librerías y cafés. No es una calle muy larga, pero sí bastante animada, especialmente mientras te acercas a la Plaza Matriz, o Plaza de la Constitución.
La Plaza de la Constitución es muy bonita, de estilo colonial, con una iglesia al fondo (la Catedral Metropolitana) y árboles enormes que dan sombra. Es un buen lugar para sentarse un rato, mirar pasar la gente y simplemente descansar. También hay algunos puestos de artesanías. No compramos nada, pero igual fue agradable estar ahí. Montevideo tiene ese ritmo pausado que a veces uno necesita cuando está de viaje.

El Mercado del Puerto
Ya era hora de almorzar y decidimos ir al Mercado del Puerto. Habíamos leído que ahí se come uno de los mejores asados de Montevideo, así que no podíamos dejarlo pasar. El mercado es una construcción antigua de hierro con un ambiente muy particular: humo de parrilla, voces de meseros, turistas por todas partes y un olor constante a carne asada que abre el apetito desde la entrada.
Nos sentamos en La Chacra del Puerto, uno de los restaurantes más recomendados del mercado. Pedimos un asado para compartir, con chorizo, morcilla, tira de asado, mollejas de res, papitas fritas y una botella de medio y medio (una bebida popular en Montevideo que es la combinación de vino espumoso con vino blanco seco). Todo delicioso. La carne jugosa, bien sazonada, cocida a la leña, con ese sabor a parrilla real que no se logra en una cocina normal. No es barato, pero tampoco escandaloso si lo comparas con los precios en general de Montevideo. Pagamos alrededor de 1200 UYU por persona (unos 30 USD), incluyendo una cerveza local y propina. La atención fue excelente.
@andaregueando_ando ¿Cuánto cuesta comer un buen asado en el Mercado del Puerto de Montevideo? #exploremore #travelvlog #travelvlog #uruguay #montevideo #foodie #asado #beef #foodphotography #foodtok #foodlover #foodreview #asadouruguayo #tastetest #andaregueandoando @Catalina Ortiz Poved ♬ Cafe Music - Oleg Kirilkov
Después del almuerzo dimos una vuelta por el mercado, vimos algunos puestos de souvenirs, cuadros, mates y termos de todos los colores. Hay bastante ambiente turístico, pero igual se siente auténtico. Se nota que el asado es parte fundamental de la cultura uruguaya, no solo una atracción para visitantes.
Ya en la tarde, regresamos caminando tranquilamente hacia el alojamiento. Montevideo no es una ciudad para correrla, es más bien para caminarla sin afán, sentarse, mirar y dejar que pase el tiempo. Y eso hicimos.

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