A pesar de que Australia había sido explorada antes por holandeses y españoles, fueron los ingleses los que declararon soberanía sobre la gran masa continental, la colonizaron y la llenaron con convictos que iban a trabajar la tierra a cambio de la prometida libertad, la verdad es que pocos regresaron porque Australia se convirtió en la tierra soñada, un territorio próspero y habitado solo por aborígenes mal educados y salvajes que se vieron prácticamente exterminados a manos a de los colonos y las enfermedades y plagas que éstos traían.
Tasmania, la isla sur de Australia no fue la excepción, en una visita corta allí pude notar que prácticamente todo lo construyeron los convictos que llegaban no solo de Inglaterra, sino de Irlanda y Escocia.
Launceston
Siempre tuve la impresión de que Tasmania era un sitio mágico, además de allí viene el famoso demonio (Taz de los Looney Toons) así que quería conocer, por eso un viernes me fui para allá aprovechando los precios bajos de los vuelos desde Melbourne, la ciudad más al norte se llama Launceston, que es más un pueblo de unos 80 mil habitantes, la verdad no hay mucho que contar, solo paseé por el centro a almorzar, más tarde fui a una especie de embarcadero sobre el río Tamar, luego me fui directamente a la central de buses donde tomé un bus que me llevó en unas 3 horas a Hobart, ése era mi destino.
Qué ver en Hobart
Cuando llegué a Hobart caí en la cuenta de que había cometido un grave error que espero que no comentan nunca, y que no me vuelva a suceder. Cuando leí sobre Hobart y medio planeé mi visita no vi que fuera una ciudad concurrida así que no aparté ningún hostal creyendo que sería fácil encontrar habitación, cuando llegué al CBD me dirigí al primer hostal que me mostró Google y para mi sorpresa me dijeron que no tenían nada disponible, pregunté sobre otros hostales y me dieron indicaciones pero me advirtieron que sería difícil encontrar algo porque ese fin de semana había un concurso internacional de fragatas y todo estaba lleno.
Luego de averiguar en otro par de hostales en el centro me ofrecieron una cama por la módica suma de AUD 70, me sentí estafado pero no tenía más opciones, al menos tenía cubierta una noche. Lo bueno es que en el mismo edificio del hostal había un bar y por estar alojado tenía descuento en el bar. Not bad!
El segundo día dejé mis cosas en el hostal y antes que nada me dediqué a buscar algo para pasar esa noche y la siguiente, me tocó empezar a llamar a los hostales y hoteles, solamente en uno me pusieron una lista de espera por si acaso, no habiendo más qué hacer sino esperar me fui a conocer el Monte Wellington, tomé transporte público (como siempre) y se toma unos 30 minutos desde el centro, el monte es un parque natural y hay varios senderos con diferentes dificultades para llegar hasta la cima, caminé unas dos horas pero cometí el segundo error del viaje, literalmente me fundí a mitad de camino y no quise terminar, si ustedes van por favor lleguen a la cima para tener una vista panorámica de la ciudad. Me regresé cansado y con el rabo entra la patas.
Para aprovechar el resto del día me fui al Salamanca Market, una plaza de mercado ubicada en la calle sobre Salamanca Pl (no podía ser otro lugar) y muy cercano al Muelle Elizabeth. El mercado está lleno de chucherias y comida, aproveché para comerme una salchicha alemana con pan y sauerkraft, delicioso, pero también hay restaurantes y bares alrededor, por supuesto todo estaba lleno, todo el muelle estaba colmado de gente y había cientos de veleros y yates atracados en el muelle. Una verdadera belleza caminar por esta especie de puerto adornado por tantas embarcaciones de todos los tamaños.
Port Arthur
El siguiente día averigüé en hostal sobre unos tours a Port Arthur, llamé, aparté mi cupo y me fui en una van acompañado por 5 personas de edad, todas del Reino Unido. Durante el recorrido hacia el puerto pasamos por Richmond, un antiguo pueblo que fue muy importante pero que ahora está casi deshabitado, allí se puede ver el puente en uso más viejo de toda Australia (construido en 1823) y también la iglesia católica de Saint John, la más vieja de Australia (construida en 1836), allí solo tomamos las respectivas fotos, me tomé un té Chai (súper recomendado en cualquier parte).
Lo bueno de tomar un tour es que el guía va contando datos e historias que por cuenta propia serían casi imposibles de averiguar, como por ejemplo un sitio cerca a puerto donde tenían perros amarrados cada diez metros para que los prófugos no pudieran salir por el único sector caminable por donde podía pasar si querían escapar de la prisión ubicada en Port Arthur, o que los de Tasmania se creen los padres de los de Victoria pues Melbourne y sus alrededores fueron poblado a por habitantes de la isla que viajaban al continente, o que los aborígenes de Tasmania fueron sistemáticamente exterminados hasta no dejar ni uno solo. La aborigen Truganini es considerada la última en vivir en este Estado, murió en 1905.
Sí, Port Arthur fue usado como prisión por parte del Imperio británico, al igual que muchos otros sitios en Australia, es declarado patrimonio australiano y es algo así como un museo a campo abierto donde se explican las condiciones en las que vivían los reos así como la importancia que tuvieron los convictos no solo en el desarrollo de Tasmania sino de toda Australia. Aparte de recorrer lo que queda de las prisiones hay un pequeño viaje en un ferri por los alrededores del sitio, el recorrido lo hice libre ya que no quise pagar más guías.
Luego de eso nos devolvimos y en el camino de vuelta pasamos por una especie de acantilado llamado Hell’s Kitchen (Cocina del Diablo) Muy chevere para una caminata y para las respectivas fotos.
En el camino también pasamos por Doo Town, un simpático pueblo donde todas las la casas tienen una placa con un mensaje de Doo y algo más, por ejemplo (Dr. DooLittle o Doo Us) así que es simpático sitio para tomarse una fotico con alguna de las placas que encuentren divertidas.
El río Derwent
Para terminar mi visita a Tassie (como cariñosamente le dicen los australianos a Tasmania) tomé un ferri turístico que viaja a través del Río Derwent, desde ahí se ve toda la costa de Hobart y se pasa debajo del puente de Hobart que tuvo que se restaurado luego de que una sección del puente se cayera en 1975 matando a doce personas. Pero bueno, el recorrido dura una hora aproximadamente y es excelente para la sesión fotográfica.
Así me fui de Hobbart con la sensación de una ciudad muy campestre, llena de verde por todas partes y con mucho por explorar, es una ciudad importante en el desarrollo de Australia y un claro ejemplo de cómo empezó todo por acá (convictos), lo único que no me gustó es que por ningún lado encontré a Taz ni a ninguno de su familia, pero de todas formas hagan caso a la cancioncita y vengan a Tasmania.
Recomendaciones
¿Cómo llegar a Hobart?
Para llegar a Hobbart pueden hacerlo por avión desde Melbourne, unos 50 minutos de recorrido y los vuelos son relativamente constantes y baratos, hasta AUD 50 en promoción, también pueden tomar avión hasta Launceston por aproximadamente el mismo costo y el mismo tiempo de viaje y de ahí tomar un bus hasta la Capital. La otra forma de viajar es tomar el famoso Spirit of Tasmania, un barco que viaja regularmente desde el puerto de Melbourne hasta la ciudad de Davenport, el precio del pasaje depende de las comodidades que quieran, yo no pude hacerlo por falta de tiempo ($$$), desde allí también podrán tomar bus.
Transporte en Hobart
Yo tengo un problema, no sé conducir, pero sí ustedes saben es muy recomendable alquilar un carro e irse a recorrer las costas de Tasmania, sino, pues no se preocupen hay buses como en todo lado pero depender del transporte siempre es complicado en ciudades pequeñas, en Hobbart solo hay buses y se paga el pasaje en efectivo o tarjeta, dependiendo de la zona de la ciudad el pasaje cuesta entre AUD 3,5 – AUD 7,2 en efectivo o AUD 2,8 – 5,7 con tarjeta.
Comida y acomodación en Hobart
En cuanto la acomodación, siempre uso hostales, en el centro hay varios y los precios arrancan en los AUD 20, recomiendo el hostal The Pickled Frog pues el ambiente es muy tranquilo, amigable y limpio, igual hay varios para elegir pues la ciudad es famosa entre los mochileros australianos. Sobre la comida no diré mucho pues aplica lo mismo que todas las ciudades australianas, los precios arrancan desde AUD 10 -AUD 12 y lo único a tener en cuenta es que quizá a las 8pm ya no encuentren nada abierto así que lo mejor es mercar temprano o salir a comer antes de las 7pm para poder encontrar algo, esto es prácticamente un pueblo, la mejor zona para comer seguramente es el centro que es donde se concentra la vida.
Ingeniero de sistemas con más ganas de viajar que trabajar
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