Museo Louvre

Luego de dos meses de hacer workaway estábamos un poco cansados y queríamos hacer algo diferente, sin embargo nuestro dinero se empezaba a acabar, además nuestra última anfitriona nos dijo que muchas fincas cerraban por las fiestas de diciembre, así que empezamos a buscar opciones para el futuro próximo. Decidimos ir a la ciudad luz y descubrir qué hacer en Paris.

Sin embargo, primero pensamos en ir a Alemania pero las medidas allí se pusieron más estrictas, en ese momento oímos algo que nos despertó la curiosidad, en algún grupo de Whatsapp alguien mencionó a Portugal como un destino barato, hicimos nuestras averiguaciones y vimos que sí, que era más barato que Francia, así que decidimos irnos para allá. Pero primero debíamos salir de Sarrebourg e ir a París para poder tomar de allí el vuelo de Ryanair que por tan solo 20 Euros nos llevaría a Lisboa. Todo resultó en dos noches en París, que se reducían a un día entero para aprovechar un poco más a la ciudad luz.

Rio Sena

¿Qué ver y qué hacer en París?

Cementerio y la Bastilla

Intentamos sacar el mayor provecho a la ciudad en el día que teníamos allí, empezamos en un sitio muy cerca a nuestro hotel, el cementerio de Pere Lachaise es el más grande de la ciudad y uno de los más famosos del mundo, allí están las tumbas de Edith Piaf, Moliere, Oscar Wilde y otros famosos no solo de París sino de todo el mundo, de hecho yo tenía particular curiosidad por la tumba de Jim Morrison, cantante de The Doors, así que solo buscamos esta tumba, fue un poco difícil encontrarla a pesar de que hay mapas en internet que sugieren la ruta para encontrar esta y las demás tumbas famosas, después de un rato buscando llegamos a la división 6, Lote número 30, luego de un par de fotos seguimos con nuestro camino. La entrada al cementerio es gratis.

Caminamos por toda la Rue de la Roquette en busca de otro sitio histórico, la plaza de la Bastilla donde otrora quedaba la famosa cárcel de la Bastilla que fue el lugar de la famosa Toma llevada a cabo el 4 de julio de 1789, y que marcó el inicio de la revolución francesa. Hoy en día solo está la plaza coronada con una la columna de Julio que conmemora la revolución, también está allí un teatro. No sé si sea algo habitual pero ése día había una especie de mercado, había de todo, frutas, verduras, carnes, y recuerdos, allí Cata pudo comprar su boina francesa.

El Louvre… cerrado

Luego de la plaza nos encontramos con Sebas que nos guio hacía el que puede ser perfectamente el sitio más famoso de París luego de la torre. Caminamos por la ribera del Sena nuevamente para llegar a la Isla de París, allí se encuentra la Catedral de Notre Dame construida en el siglo XIII y terminada en el XIV, allí mismo se filmó el Jorobado de Disney y de allí el pobre Cuasímodo tuvo que huir luego del acoso de los paparazzis, desafortunadamente la iglesia está en reconstrucción debido al incendio de abril de 2019 que destrozó buena parte del campanario y causó conmoción mundial, el dinero para la reconstrucción se recaudó en tiempo récord. Pero no, no buscábamos la iglesia, íbamos por el museo ubicado en el que alguna vez fue el palacio real de Francia, Louvre.

Obviamente, debido al Covid, estaba cerrado pero pudimos tomar las lindas fotos de la pirámide de cristal que es tan emblemática, esta se construyó para servir como puerta principal del museo, fue diseñada por el arquitecto Ming Pei y se terminó en 1989. El palacio de Louvre data del siglo XII y fue la residencia del rey de Francia hasta que Luis XIV se mudó a Versalles.

Notredame en reconstrucción
Palacio de Louvre

Al frente de la pirámide hay otro arco del triunfo en la plaza del Carrusel, uno más pequeño que el conocido por todos, este también fue mandado a hacer por Napoleón, aunque la verdad este es más bonito porque tiene sendas estatuas en la parte superior que le dan un aspecto mucho más pintoresco. En esta misma plaza encontrarán otras estatuas, como la de la Francia Victoriosa.

Después de el largo recorrido decidimos que era hora de comer algo así que fuimos por unos tacos franceses, que son tortillas rellenas de papas fritas, carne y ensalada, por las medidas contra el Covid todos los restaurantes estaban ofreciendo comida solo para llevar así que compramos y fuimos a comer a la casa de un amigo de Sebas, acá hago un paréntesis no para criticar sino para dejar la observación de que algunos, no sé si la mayoría, de los apartamentos en París son extremadamente pequeños, hablo de estudios de no más de 15 m2, lo cual me parece una locura y es lo que pasa cuando las personas se aglomeran en las grandes ciudades.

Montmartre

Luego del descanso del almuerzo nos fuimos a andar hacia Montmartre, fue una caminata de unos 3 km por la que recorrimos las bellas calles de la ciudad luz, todo para llegar a otra zona muy popular especialmente si vieron la película Amelie, pues sí allí vivía esta hermosa y simpática mujer y allí está el famoso carrusel, está situado justo en los pies de un cerro que está coronado por la iglesia del Sagrado Corazón que fue construida entre 1874 a 1914 como homenaje a los caídos durante la guerra entre Francia y Prusia, el dinero para su construcción también se recogió por medio de colectas populares, para acceder a la iglesia podrán usar las escaleras o un funicular, y desde la parte de arriba tendrán una panorámica excelente de la ciudad. Nosotros nos fuimos por las escaleras porque pues es gratis.

Iglesia del Sagrado Corazón
Panorámica de París

Además el barrio de Montmartre está lleno de cafés, tiendas y restaurantes, un ambiente cultural y algo bohemio. A pesar de las restricciones estaba lleno de gente caminando y tomando café por ahí en cualquier parte. Sebas nos llevó hasta un pequeño y curioso parque donde está el Muro de los «te amo», o algo así, allí está escrita esa frase en diferentes idiomas, muchas parejas se toman la respectiva foto allí, por supuesto Cata y yo no fuimos la excepción.

Galerias Lafayette

El día ya se estaba acabando y queríamos ver algo de la iluminación de navidad así que nos fuimos hasta la Galería Lafayette, este centro comercial es muy popular y concurrido, especialmente en esta época ya que las vitrinas son adornadas de forma fantástica, en cada ventana había una escena navideña diferente animada con muñecos y juguetes, la calle estaba completamente llena de gente observando, aquí parecía que no hubiera ninguna restricción sanitaria, además había fila para ingresar a la galería para poder ver el árbol de navidad, y claro nosotros hicimos la fila para poder entrar. Increíblemente adentro había otra fila para poder tomarse una foto con la punta del árbol, cada persona tenía uno o dos minutos para tomarse la foto y ya, esta vez no lo hicimos y solo tomamos fotos por los lados.

Y si ya entraron a la galería, pues vayan hasta el último piso donde hay una terraza con una vista espectacular de la ciudad, desde allí se observa la torre Eiffel, desafortunadamente para nosotros ya era de noche y había neblina, la torre apenas se distinguía a lo lejos y no fue el mejor espectáculo, sin embargo aprovechamos para tomarnos algunas fotillos desde allí.

Torre Eiffel desde Lafayette

Salimos y cerramos el día con algo muy típico de Francia, unos crepes callejeros, Cata y yo compramos de dulce, con Nutella, y Sebas con queso, los acompañamos con un café expreso para el frío. Ya estábamos listos para volver al hotel y despedirnos así de una de las ciudades con más historia en Europa.

Y es que no importa en qué distrito estén o por donde vayan caminando, cada edificio en París cuenta una historia, cada edificio tiene tantos detalles que es imposible captarlos todos, creo que tardaríamos una vida descubriendo cada pequeña cosa de esta ciudad que es capital de lo que fuera uno de los reinos más importantes de Europa, de uno de los imperios más grandes del mundo y de uno de los países hoy por hoy más ricos e influyentes.

Tres días en total se quedan cortos para visitar la ciudad luz, bien podríamos haber pasado aquí 6 meses o un año, París es una ciudad que enamora por su belleza pero a veces también espanta por su propia popularidad, con calles atestadas, con algo de inseguridad y con las personas apiñadas en cualquier metro cuadrado con tal de vivir el sueño.

por Camilo J

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