Siempre me llamó la atención visitar Portugal, era como una joya escondida, particularmente quería ir a Porto, no se porqué. Pues bueno, después de un mes en Lisboa y unos días en Aveiro, llegamos a esta ciudad a orillas del río Duero y al norte de Portugal. Vamos a descubrir qué hacer y qué ver en Porto en unos cuantos días.
¿Cómo llegar a Porto?
A la ciudad llegamos en tren, usando el sistema de trenes de Portugal, los comboios, desde Aveiro nos tomamos algo más de una hora para llegar a la estación de Sao Bento que queda justo en el centro de la ciudad. Esta vez habíamos alquilado una habitación por medio de Booking, esta estaba ubicada a unos 10 minutos a pie desde la estación, vale decir que la acomodación estuvo muy bien, era una habitación privada con una cocina y baño compartido solo con una habitación más, además era limpio y cómodo, y lo mejor solo a 16 euros la noche. El sitio se llama Apartamentos Oporto Formosa por si algún día pasan. Sin embargo, Porto también cuenta con un aeropuerto internacional llamado Francisco Sá Carneiro. Desde el aeropuerto pueden tomar la lína púrpura (E) que va hacía el centro o uno de varios servicios privados, para cotizar los pasajes pueden usar la página oficial del aeropuerto.
En cuanto llegamos a la habitación que también estaba muy bien ubicada, decidimos ir a los sitios más recomendados, nos fuimos a conocer el río Duero y la Catedral de Porto.
La Catedral de Porto
Para ir a la Catedral debíamos recorrer nuestros pasos y volver a pasar por la estación Sao Bento, es un sitio hermoso que no habíamos visto bien en la llegada, el edificio fue construido a principios de 1900, en el interior hay murales gigantes hechos con azulejos que cuentan momentos importantes de la historia de Portugal. Esta estación hace parte de la red urbana de metro de Porto, si quieren salir a otras ciudades de Portugal deben ir hasta la estación Campaña.
Tras tomar algunas fotos de la estación seguimos nuestro camino por la avenida Don Alfonso Enriques, unos 5 minutos más allá se encontrarán con la Sé de Porto, o Catedral. Este edificio es de los más viejos de la ciudad, se empezó a construir en el siglo XII en estilo romano, pero siempre hubo nuevos retoques hasta el siglo XVII. Aquí no solo la arquitectura es digna de ver, la iglesia está emplazada en una especie de colina lo cual permite tener una vista hermosa de los tejados y monumentos adyacentes. También se pueden ver los restos de la murallas Fernandinas que defendieron la ciudad desde el siglo XIV. Incluso desde aquí se puede dar un primer vistazo al monumento más emblemático de la ciudad.
El puente Luis I
Se cree que este puente es obra de Eiffel, pero la verdad es que el diseño presentado por él se descartó porque no cumplía con los requisitos del gobierno. Y es que para finales del siglo XIX la ciudad necesitaba un puente que conectara Porto con Vila Nova de Gaia, la ciudad al otro lado del Duero, por eso se estableció la necesidad de un nuevo puente de dos niveles que las conectara. El diseño que ganó fue hecho por una firma belga, el puente se construyó entre 1881 y 1886, tiene una longitud de 172 metros y es el más largo de su tipo (puente en arco y en hierro) en el mundo.
La verdad es que la estructura se ve impresionante y sí, recuerda a la torre parisina, pero inclinada. El puente además tiene doble función, por la parte superior cruza un tranvía que une las dos municipalidades, por la parte de abajo pasan carros particulares, y en ambos niveles se puede cruzar a pie. Desde la mitad del puente pueden tomar fotos increíbles con ambas ciudades de fondo.
El río Duero desemboca en el océano Atlántico muy cerca de la ciudad, y es uno de los sitios emblemáticos, justo al lado del puente está en el barrio de La Ribeira, es una zona antigua muy pintoresca y llena de bares, restaurantes, cafés y tiendas, está situado precisamente sobre la ribera del río y generalmente encontrará allí artistas callejeros que animan aún más el ambiente de por sí festivo del lugar.
Jardines del Palacio de Cristal
Después de visitar la zona cercana al puente nos fuimos a caminar por las calles paralelas al Duero, después de casi media hora de andar por calles relativamente vacías empezamos a subir por unas escalinatas y otras calles empinadas que nos llevaron a un sitio magnifico, los Jardines del Palacio de Cristal, pero no, desafortunadamente no hay ningún palacio allí, solía haber un edificio usado para una exposición mundial, pero ahora solo hay unos lindos jardines y otros edificios como el Super Bock Arena que es un coliseo multipropósito que tiene capacidad para más de 5000 asistentes.
Aparte de los jardines y los diversos sitios para sentarse y relajarse, lo mejor de este lugar es la vista. Al estar ubicado en una colina, se presta para tener una visión panorámica de la ciudad (especialmente Villa Nova) y del río, desde allí podrán tomar fotos muy buenas.
Vila Nova de Gaia
Al otro lado del puente Luis I queda otra ciudad, que en teoría hace parte de la misma área metropolitana, pero que de hecho tiene una administración diferente. Tal vez el sitio más notorio allí es el Monasterio de Sierra del Pilar, es una iglesia del siglo XVII registrada como patrimonio de la Unesco, y es llamativa no solo por estar en la cima de una colina a orillas del Duero sino por su forma circular. Y de nuevo, lo mejor puede ser la vista de la ciudad de Porto ya que está ubicada justo en frente.
Cruzando la calle del monasterio está el Jardin do Morros, un parque urbano que también está en la cima de un pequeña colina lo que permite tener una vista preciosa no solo del monasterio sino también del puente y del otro lado, o sea Porto. Es un lugar magnifico para unas fotos y sentarse a tomarse un café.
Finalmente la corta visita a Vila Nova la cerramos almorzando una francesinha en uno de los múltiples restaurantes que quedan justo en la orilla del Duero, además también hay varias bodegas de vino donde podrán disfrutar el renombrado vino Oporto que es un símbolo de la ciudad y del país. Si quieren solo sentarse a ver el río y el barrio de La Ribeira desde el otro lado, pueden hacerlo en las sillas que hay por toda la ribera del río.
Todo el centro de Porto es una maravilla, lleno de casas y edificios apretados y con un aire bohemio indescriptible, lo mejor es caminar por el centro sin tener rumbo fijo, así se encontrarán tarde o temprano con la Iglesia de San Idelfonso que se construyó a inicios del siglo XVIII y que parece que no se ha tocado desde entonces, la fachada también está llena de azulejos en consonancia con el resto de la ciudad. También llegarán a la libreria Lello e Irmão que supuestamente es la fuente de inspiración de J.K Rolling para algunas escenas de Harry Potter, por desgracia no pudimos entrar porque ése día había un evento privado y se necesitaba invitación para poder entrar. Muy cerca a esta libreria está otra joya de la ciudad, sobre la Rue San Felipe de Nery está la torre y la iglesia de los Clérigos que se construyeron a mitad del siglo XVIII, la torre de 76 metros sirve como mirador y se puede acceder todo el día por solo 2 Euros.
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