Estadio de Sochi

Después de vivir la previa en Moscú nos fuimos para Sochi a vivir nuestro primer partido de la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018. Para llegar a Sochi viajamos desde el aeropuerto de Domodedovo en un vuelo local, con una aerolínea llamada Red Wings, al llegar a la puerta de abordaje notamos que se iba a retrasar el viaje pues no hacían ningún llamado, luego de un rato de espera nos confirmaron que los vuelos estaban retrasados, no recuerdo exactamente de cuánto tiempo fue el retraso pero sí que nos dieron un bono de alimentación con algunos rublos que solo aceptaban en ciertos restaurantes, terminamos haciendo una larga fila en un Mu-Mu para poder comer algo y además dar dinero de más para cubrir la comida. Así empezaba el viaje a Sochi.

A Sochi llegamos muy tarde, sobre la media noche, recuerdo que al llegar al hotel que habíamos alquilado pensamos que no había nadie en la recepción, duramos timbrando y golpeando unos diez minutos y comenzábamos a desesperarnos pues estábamos agotados, pero al fin el recepcionista llegó, suponemos que estaba descansando, y nos llevó a nuestra habitación.

Sochi

Sochi es una ciudad costera que según aprendí después de un conocido, es un destino turístico en Rusia, en verano tiene unas lindas playas a orillas del mar Negro y en invierno hay estaciones para deportes de nieve, de hecho allí se realizaron las Olimpiadas de Invierno de 2014. A decir verdad no conocí el centro de la ciudad, solo íbamos por dos días, el primero lo pasamos caminando a orillas del mar, desde nuestro hotel hasta el complejo deportivo donde queda el estadio Fisht, sede del partido España – Portugal, ése día solo caminamos, vimos la playa, que por cierto no es la típica playa de arena blanca sino que es más bien una playa de granito o piedras pequeñitas, y conocimos de cerca el complejo deportivo donde queda el hermoso estadio de la ciudad.

Sochi
Estadio Fischt

El segundo día mi amiga Paola estuvo un poco enferma así que decidimos pasar el día cerca al hotel y descansar para poder llegar bien al partido, solo salimos a una droguería local y por medio del traductor logramos comunicarnos con la persona que atendía y así conseguir lo que necesitábamos, unas pastillas para el dolor de espalda, dimos una vuelta por un supermercado, compramos algo para comer y es todo, esperamos el gran momento. También paramos en un restaurante para tomarnos una cerveza y ver el partido de Uruguay contra Egipto, de hecho en cada ciudad donde estuve intenté ver algún partido y por supuesto estuve al tanto de cada marcador durante el mundial.

El día del partido

La cita era el viernes 15 de junio a las 9 de la noche, las puertas se abrían a las 6, desde el hotel era más o menos una hora caminando hasta el estadio así que optamos por irnos a pie, durante el recorrido empezamos a encontrar hinchas de los dos equipos, entre más cerca más se sentía la algarabía. Las cercanías del estadio estaban llenas de turistas que se apilaban en unos cuantos bares y restaurantes. Justo en la entrada se sentía el ambiente de un partido de gran importancia, todos tenían sus camisetas de España, Portugal o de cualquier equipo, lo importante no eran los equipos sino la fiesta.

A la entrada había la seguridad que esperábamos, la lectura del pasaporte, requisas, detectores de metales y 3 anillos de seguridad para finalmente entrar el hermoso estadio de la ciudad que fue terminado en el 2013 y que tiene una capacidad para 44000 espectadores. Solo al entrar y empezar a subir las gradas sentí que había cumplido uno de esos sueños de niño, de casi todos los niños que conozco, ir a un partido de un mundial de fútbol, podría parecer una cosa trivial pero yo soy aficionado al fútbol desde que tengo conciencia y asistir a un partido de esta importancia era algo que sencillamente tenía que hacer algún día.

Portugal vs España

El momento había llegado, era uno de los días más felices de mi vida, estar en un partido así de importante era sencillamente increíble, las gradas se llenaban de a pocos, la gente cantaba, la música sonaba en los parlantes.

El partido comenzó y era claro que habían más hinchas de España que de Portugal, y como era de esperarse la gente se puso más de lado de Portugal por ser un equipo relativamente más pequeño, a mi alrededor había gente apoyando a ambos equipos, yo me incliné por los lusos y grité de emoción con cada jugada que ponía en riesgo a los españoles. El primer gran momento fue solo al minuto 4 cuando pitaron penal a favor de Portugal y Cristiano Ronaldo marcó el primer gol que vi en un mundial, desafortunadamente para mí fue al otro lado de donde yo estaba sentado así que no lo vi muy bien, pero igual medio estadio se levantó a celebrar mientras la otra mitad se llevó las manos a la cabeza por el primer gol en contra.

El partido fue muy entretenido de principio a fin, España remontó y se puso 3-2 en el marcador, sin embargo en el minuto 85 y cuando ya casi todos los adeptos a España festejaban el primer triunfo de la Roja, pasó algo increíble, tiro libre a favor de Portugal, afuera del área grande, como hubo cambio de porterías esta vez éramos testigos de primera mano de la acción, Cristiano Ronaldo acomodó el balón, tomó distancia y con su particular postura esperó el pitazo del arbitro, corrió la corta distancia, pateó de forma magistral y el balón entró por el ángulo superior izquierdo y el arquero al igual que todos nosotros no pudo hacer más sino ver esa obra de arte, los hinchas de Portugal estallaron en un solo grito y los españoles no pudieron hacer más que aplaudir la joya que acababan de presenciar.

Como mis palabras no son suficientes, les regalo este vídeo que es un tesoro, algo que vale más que 1000 palabras .

Uno de los momentos más icónicos que he presenciado

El estadio se vació rápidamente y los casi 40000 hinchas salíamos a buscar transporte para llegar a nuestros hoteles, la búsqueda fue en vano pues la vía principal estaba cerrada, así que no quedó más opción que esperar e ir caminando en dirección a nuestro destino, Pao y yo estábamos rendidos después de la algarabía vivida, al final le hicimos pare a un taxi y éste nos llevó de vuelta aunque ya habíamos recorrido casi la mitad del camino. Así se cerró uno de los días más importantes de mi vida y también nuestra visita a Sochi llegaba a nuestro final.

Solo nos quedaba levantarnos al otro día comer algo en un restaurante local y tomar un autobús que nos llevara a la estación central de trenes de la ciudad, allí tomaríamos un tren que en 10 horas nos llevaría a Rostov-on-Don, la ciudad donde veríamos el siguiente partido del mundial.

por Camilo J

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2 comentario en “La Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018”

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