Puente 25 de Abril
Puente 25 de Abril

Sí, esa fue la primera impresión que tuve al salir a caminar por la capital portuguesa, aunque no podría decir exactamente cuándo se detuvo, pero sí hay una sensación de que hay cosas que sencillamente dejaron de andar hace algún tiempo. Se ve en sus casas viejas que parecen estar cayéndose a pedazos, en los azulejos de las fachadas que dan ese aspecto de antigüedad, en el subterráneo que aunque eficiente se ve como de los 70’s, en su aire tranquilo de ciudad capital que no quiere dejar de ser un pueblo donde se la gente se sienta en las cafeterías a ver pasar los tranvías. Así empezó nuestro viaje por Lisboa.

El viejo tranvía

A Lisboa llegamos un lunes después de dos noches en París, llegamos al hostal más barato que conseguimos, de 11 euros por noche para dos personas, una casa vieja pero limpia con habitaciones para rentar, allí pasamos 3 noches, estaba situada muy cerca a la estación de Rato. Llegamos en un vuelo de RyanAir que costaba solo 20 euros desde París, eso sí con las maletas tuvimos que pagar extras con lo que mi pasaje salió por 60 euros, igual seguía siendo muy barato.

En cuanto llegamos al hotel dejamos las maletas y salimos a comer, no teníamos idea de nada así que fuimos a la fija, al McDonalds de la plaza do Rossio, una de las principales de la ciudad, solo en ese corto trayecto nos dimos cuenta que Lisboa tenía algo especial, había tranvías que parecían de los años 70’s o antes, había casas que parecían derruidas, algunos monumentos no parecían haber sido restaurados, pero todo igual se veía limpio y seguro. Lo que más nos llamó la atención es que había cafeterías casi idénticas a las que se pueden encontrar en Colombia, con los menús escritos con marcadores en hojas de papel, sin tantos abolengos, por un momento nos sentimos en casa.

Cafetería de Lisboa

Pero bueno, a lo que vinimos, en la plaza había una estatua de Pedro IV, y sería la primera de muchas estatuas de reyes que nos encontraríamos en diferentes plazas de la ciudad. Otra plaza que visitamos, ya que quedaba de camino a nuestro hostal fue la Plaza de Restauradores que está adornada con un monumental obelisco que representa la independencia lograda por los Restauradores en 1640 tras más de medio siglo de dominio español, la plaza al igual que algunas otras del centro de la ciudad también estaban vestidas con algunos árboles de navidad. Esa misma tarde aprovechamos para tomarnos una foto inevitable en Lisboa, junto a uno de sus antiguos tranvías que son más bien teleféricos, en la ciudad hay unas rutas icónicas que son llamadas ascensores y que llevan al Barrio Alto, una de ellas es el Ascensor de Gloria.

Plaza de Restauradores

El hostal no estaba del todo mal pero no teníamos acceso a cocina por lo que los dos primeros días vivimos con sanduches hechos por nosotros mismos comprando provisiones en los mercados que encontrábamos, Lisboa a pesar de ser una capital europea nos recordó mucho a nuestra ciudad de origen, en otras grandes ciudades casi todo el comercio está «monopolizado» por grandes supermercados o cadenas de tiendas, aquí, en cambio, aún quedan muchas tiendas y supermercados de barrio, lo cuál es fascinante aunque debido a la barrera del idioma puede ser un poco más difícil comprar, aunque nada que las señas no puedan arreglar. De todas formas si quieren comprar en supermercado el más barato que encontramos fue el Continente Bom Dia, también está uno llamado Pingo Doce y el más caro es sin duda el Corte Ingles o Supercor.

Seguramente en otro post con anécdotas contaré exactamente el suceso, el todo es que después de dos días en el hostal, terminamos viviendo en un apartamento en la zona de Belem, gracias al buen corazón de Ana María, una compatriota con la que estaremos agradecidos por siempre. El tema es que el segundo día en Lisboa lo dedicamos para ir a conocer ese apartamento que sería nuestro hogar.

Una escena normal en la ciudad

A pie por la ribera del Tajo

Decidimos ir a pie desde el hostal hasta Belem y aprovechar para conocer la ciudad. Primero pasamos por el barrio de Estrela donde hay un lindo jardín que estaba lleno de gente, especialmente niños de algún colegio cercano, justo afuera de una de las salidas estaba la Basílica de Estrela, una iglesia blanca con aspecto algo descuidado, esta iglesia fue mandada a construir por la reina María I pues había prometido que si tenía un heredero lo haría, como dato curioso el heredero murió antes de ver concluida la basílica que se terminó en el año 1790.

Basílica de Estrela

Luego seguimos nuestro camino hasta el rio Tajo, pero antes pasamos cerca al Parque de las Necesidades, muy cerca se ve un escenario que nos llamó la atención pues se ven barrios populares de casas pequeñas y algunas ya derruidas pintadas con colores pasteles, que son comunes en la ciudad, en muchas casas había ropa tendida en las afueras de las ventanas y puertas dando un aspecto muy simpático y que nunca había visto en otro sitio de Europa (la foto está más arriba). Nuestro objetivo era el Puente 25 de Abril que atraviesa el río Tajo y une las ciudades de Lisboa y Almada, el puente es colgante y fue construido entre 1960 y 1966 y con sus más de 2 kilómetros de longitud es el más largo de este tipo en Europa, es además uno de los símbolos de la ciudad y una de las postales más lindas que verán, además porque desde allí se puede ver el Cristo de Almada, pero de eso hablaré después.

Puente 25 de Abril
Puente 25 de Abril

Una vez en el puente nos echamos a andar por la orilla del río, el paseo es de más de 2 km perfectamente caminables y por el camino encontrarán algunos sitios para rentar bicicletas, patinetas y otros vehículos para dar un paseo, luego se encontrarán un bonito y moderno edificio que es el Museo de Arquitectura moderna. El siguiente monumento con el que se toparán es uno de mis favoritos, el Monumento a los Descubrimientos, es sencillamente hermoso, si lo ven uno u otro lado verán las más de 30 estatuas talladas que honran a los navegantes, reyes y personajes que hicieron parte de la era de los descubrimientos portugueses, si la ven de frente verán la forma de una espada, la obra tiene unos 50 metros de altura y se construyó en 1960 para conmemorar los 500 años de muerte de Enrique el Navegante.

Monumento a los Descubrimientos lateral

Belem

En este punto ya estábamos en la zona de Belém, uno de los sitios tradicionales de la ciudad, decidimos seguir caminando por la orilla porque queríamos llegar a la siguiente atracción, La Torre de Belém, es una antigua fortaleza militar que fue construida en el siglo XVI, sirvió para defender y vigilar el importante Tajo, después fue usada como cárcel y como faro, hoy es solo un hermoso ícono de la ciudad que fue declarado patrimonio de la humanidad. Sin lugar a duda el paseo por el río había valido la pena.

Torre de Belém y miniatura

Para terminar nuestro día tomamos la Avenida de la Torre de Belém hacía el barrio de Restelo, por el camino vimos muchas embajadas y casas de lujo, de seguro ese es el barrio más elegante de la ciudad, al final de la avenida llegamos al Jardín Ducla Soares que tiene una linda estatua de Nuno Alvarez Pereira quien es un santo que se considera protector de Portugal, si uno se para de espaldas a esta estatua ve la en pleno la avenida con la Torre al final y el río de fondo, es sin duda una panorámica hermosa.

Por ahora dejo hasta acá este post porque aún queda mucho por recorrer en esta maravillosa ciudad.

Ñapa:

Uno de los postres más famosos de toda Portugal es el Postre de Natas, o Postre de Belém ya que la historia dice que su origen está en un convento de esa zona de la ciudad, muy cerca al Monumento de los Descubrimientos sobre la Rua de Belém está la tienda Pasteis de Belem, cada pastelito cuesta 1,15 euros y en serio que si llegaron hasta Lisboa TIENEN que probar esta maravilla porque es imposible que los describa aquí.

por Camilo J

Ingeniero de sistemas con más ganas de viajar que trabajar ¿Ya leiste mi libro? https://www.amazon.com/dp/B0B4YR7KLM

6 comentario en “Lisboa, la ciudad que se detuvo en el tiempo”
  1. Que lindo todo haya hijo me alegra mucho que eres el único d la familia que conoces muchos países o bueno todo loq has conocido en tu corta vida hasta ahora pero eres un escritor con todo lo que nos narras momento a momento me siento muy orgullosa de ti mi amor disfruto mucho todo lo que nos cuentas de todas partes donde has estado te adoro tu tía que te ama con todo el corazón.

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